¿Se pusieron de acuerdo nuestros volcanes?

    Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo., Periodista Oficina de Divulgación e Información

     

     

     

     

    Muchos costarricenses se preguntarán ¿es normal que tres volcanes estén en gran actividad de forma simultánea? ¿Costa Rica ha experimentado una situación similar en la historia reciente? y ¿podríamos esperar una emergencia de grandes magnitudes?

    Consultados los expertos Mauricio Mora y Guillermo Alvarado de la Red Sismológica Nacional (RSN:UCR-ICE), señalan que Costa Rica es un país de volcanes y por tanto, es un escenario ideal para que se presente amplia actividad como la actual.

    "No es de sorprender que los tres volcanes estén presentando tanta actividad", señala Mauricio Mora. No se ha determinado que exista una relación entre uno y otro volcán, puntualiza. "Lo que sí puede existir es un proceso geológico macro debido a la zona de subducción de la placa Coco bajo la  Caribe. La dinámica de la tectónica de placas es el motor común que alimenta y da energía a las cadenas volcánicas, no solamente de Costa Rica sino de todo Centroamérica hasta México y Suramérica.

    Costa Rica cuenta con 5 volcanes activos desde la colonia, así lo señala el vulcanólgo Guillermo Alvarado Induni y al menos 10 volcanes han estado activos en los últimos 10.000 años. Los 10 volcanes son Rincón de la Vieja, Miravalles, Arenal, Chato, Poas, Hule, Río Cuarto, Barva, Irazú y Turrialba.

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    La amplia actividad obedece a un ciclo normal de la tectónica de placas, donde la sismicidad y el vulcanismo puede incrementar en cierto momento y en concomitancia.

    En el año 1987, hace 30 años, fue la última vez que Costa Rica experimentó actividad simultánea en tres volcanes activos: Arenal, Poás y Rincón de la Vieja. Los registros históricos mencionan además, el año 1969 y 1975 con características similares.

    Para el vulcanólogo Guillermo Alvarado Induni, estos eventos no quedaron en la memoria histórica de la colectividad, debido a que no existían las redes sociales como hoy en día, donde la información fluye como una onda expansiva y con recursos tecnológicos como son las cámaras instaladas en las cercanías de los volcanes, la noticia tiene mayor alcance y difusión ya que permite ver las erupciones en tiempo real.

    Alvarado enfatiza que en el estado actual de los volcanes, no se visualiza un movimiento de magna de grandes magnitudes. Sin embargo, no se debe desestimar las erupciones pequeñas por el impacto que produce hacia la economía (ganadería, cultivos, fluido eléctrico), las personas (salud, ingresos) y la sociedad en general. Se debe anotar, por ejemplo, el trastorno generado en la economía y el turismo nacional, el cierre del tráfico aéreo debido a la caída de ceniza del volcán Turrialba en setiembre del año 2016.

    Estado actual de los volcanes

    El volcán Turrialba lleva varios años en constante actividad desde que se dio su prrimera erupción en enero del 2010, aunque su mayor frase eruptiva dio inicio el 30 de octubre del 2014. En el 2017 su comportamiento se ha caracterizado por una serie de erupciones de variable intensidad. Algunas erupciones más cortas y otras más prolongadas pero no tan energéticas como las presentadas durante el periodo de abril e incluso hasta finales del 2016, proyectando bloques balísticos hacia los alrededores del cráter activo. 

    Este volcán actualmente se comporta como un sistema abierto, lo que quiere decir que ha superado la etapa de apertura de conductos que le tomó alrededor de 6 años y, en consecuencia, le es posible entrar en erupción con  mayor facilidad, sin presentar muestras claras de señales premonitoras antes de cada erupción.

    El volcán Poás y el Rincón de la Vieja por su parte, presentaron un comportamiento similar, con una fuerte aceleración de su actividad y erupciones muy explosivas y sismicamente energénicas, con una apertura de conductos más rápida, (en comparación a lo observado en el volcán Turrialba).

    Luego de la última erupción explosiva que ocurrió el 22 de abril, las erupciones del Poás se han caracterizado por ser pasivas (no explosivas) y prolongadas (varias horas), con columnas de ceniza que incluso se tornan rojizas por la oxidación.

    El potencial explosivo del Poás es alto, y no se descarta que puedan ocurrir nuevamente erupciones, como la presentada el 22 de abril donde las erupciones del Poas alcanzaron 1, 5 kilómetros, desde el borde del crácter hasta el área del parque nacional.

    El volcán Rincón de la Vieja aumentó su explosividad con respecto a la actividad que presentó en el año 2016. La principal erupción, hasta ahora, tuvo lugar el 11 de junio a eso de las 5:32 de la mañana, y generó lahares (corrientes calientes de ceniza, sedimentos y bloques) hacia los ríos Pénjamo y la quebrada Sufrada, con tirantes de hasta 3 metros.

    El material que bajó fue muy importante si se le compara con la erupción ocurrida el 23 de mayo. No se descarta, que esta situación continúe pues parece que se está ante un proceso de apertura de conductos y de acuerdo al análisis de ceniza, hay presencia de material juvenil.

    La RSN le da seguimiento permanente a los volcanes activos mediante vigilancia, análisis sísmico y de la ceniza con los constantes materiales que expulsan los volcanes.

    Puede seguir paso a paso, la condición de los volcanes, ingresando al facebook/com/RSN.CR.

    Fuente: https://www.ucr.ac.cr