¿Cuál falla ocasionó los sismos de febrero en Pérez Zeledón?
La zona de Pérez Zeledón ha sido el escenario de una nueva secuencia sísmica durante este mes de febrero. La Red Sismológica Nacional de la Universidad de Costa Rica (RSN-UCR) ha localizado 82 sismos en la zona con magnitud momento (Mw) de 2,3-4,9, entre el 3 y 18 de febrero. El sismo principal, de Mw 4,9, ocurrió a las 8:29 pm del día 16. Los eventos precursores más importantes ocurrieron los días 3 (Mw 4,0), 4 (Mw 3,9) y 16 (Mw 4,0, 7:10 pm). Las réplicas más grandes fueron los días 16 (Mw 4,5, 10:46 pm) y 17 (Mw 4,0).
El mapa que acompaña este texto muestra la sismicidad de febrero como círculos rojos. Los epicentros se encuentran muy cerca de tres fallas identificadas previamente por investigadores de la RSN-UCR y de la Escuela Centroamericana de Geología de la UCR, que están documentadas en varias publicaciones científicas (por ejemplo: Boschini et al., 1988; Mora y Peraldo, 2011; Montero, 2021). Estas fallas se llaman Buenavista, Canaán y División (líneas verdes). Esta zona ha sido afectada por dos terremotos recientes: Buenavista de Pérez Zeledón (Mw 6,5) el 3 julio de 1983 (estrella amarilla) y el terremoto de Cuericí del 24 abril de 1991 (Mw 6,1 –dos días después del terremoto de Limón y ubicado ligeramente al noreste del área mostrada en el mapa). Además, en el 2023 una secuencia sísmica con un sismo principal de Mw 5,2 ocurrió en esta zona, cuyo origen fue asociado por la RSN-UCR a la falla División (círculos amarillos en el mapa).
La localización de los epicentros de febrero y los cálculos para determinar el mecanismo de la fuente de los sismos más grandes indican que ninguna de las fallas cartografiadas anteriormente corresponde con el origen de la nueva sismicidad. Esto quiere decir que la sismicidad de este mes está iluminando la ubicación de una falla hasta ahora desconocida en la superficie.
El análisis de la sismicidad realizado por la RSN-UCR ya permite concluir que la falla es del tipo “desplazamiento de rumbo sinestral”, un término usado en Geología para describir que un bloque a lo largo de la falla se mueve lateralmente hacia la izquierda. La falla tiene una orientación noreste-suroeste y un ángulo de inclinación de 80 grados hacia el sureste, como se puede apreciar en el perfil de la sismicidad y en los mecanismos focales. La parte sismogénica de la falla abarca profundidades de entre 12 y 17 km.
Los estudios de fallamiento activo que se realizan en la UCR son vitales para contar con el marco geotectónico que nos permite explicar el origen de los sismos que se registran. Este trabajo, que se sostiene desde los años 70s y que ha tenido un gran impulso gracias a los recursos aportados por la Ley de Emergencias a la UCR, es una referencia obligatoria en los estudios de sismicidad del país. La Red Sismológica Nacional de la Universidad de Costa Rica permanece al tanto de la actividad sísmica.