En la Red Sismológica Nacional nos despedimos de un estimado compañero, el geólogo Wilfredo Rojas, quien se pensionó este mes. Don Wilfredo fue el funcionario con más años laborados en forma continua para la Escuela Centroamericana de Geología, con 40 años de vínculo laboral con UCR y 35 años de trabajar en la RSN.
Entre sus muchos premios, fue nombrado como el funcionario más destacado del año 1994, el premio de distinción anual de la UCR por la labor en el campo de la sismología y como creador de la primera fórmula para el cálculo de la magnitud local de los sismos en Centroamérica. En el 2007 recibió el Reconocimiento de la Rectoría y la Oficina de Recursos Humanos de la Universidad de Costa Rica, por la “contribución al desarrollo y fortalecimiento institucional durante más de 25 años de servicio”.
También participó como autor y coautor en 38 artículos científicos publicados, alrededor de 130 reportes e informes técnicos, y como coautor en 4 libros publicados sobre temas relacionados con la sismotectónica.
Durante sus 35 años de trayectoria en la RSN, don Wilfredo fue muchas veces pionero de importantes descubrimientos. En 1987 determinó la primera ecuación para calcular la magnitud local de los sismos para Costa Rica y Centroamérica. En 1993 fue el autor del primer catálogo sísmico digitalizado de Centroamérica, para los terremotos históricos y recientes, en el cual propuso una nueva metodología, dando como resultado la base de datos actualmente utilizada por los países de la región para los estudios probabilísticos de amenaza sísmica. En ese mismo año fue el autor del primer modelo de zonificación sísmica digitalizado para toda América Central. El año siguiente fue el autor del primer mapa de intensidades máximas esperadas para Centroamérica.
En 1996 fue el primer autor del estudio probabilístico de amenaza sísmica de Managua, Nicaragua, el cual fue usado para actualizar el presente Código de Construcción sismo-resistente en Nicaragua. Don Wilfredo también aportó al Código Sísmico de Costa Rica, como el primer autor del análisis de la amenaza sísmica para el Área Metropolitana de San José y el Valle Central, que contribuyó a la actualización del código sísmico. En el 2001 produjo un estudio que demostró por primera vez la existencia de actividad sísmica en la Isla del Coco y las serranías submarinas circunvecinas.
Don Wilfredo se caracterizó por su voluntad para trabajar y ayudar a sus compañeros, como recuerdan algunos miembros de la RSN. “Wilfredo me acompañó en una de mis primeras giras de campo en Geología en 1997. Él tiene una gran habilidad para el trabajo de campo. Siempre ha mostrado una gran disposición para compartir sus enseñanzas, especialmente con los estudiantes”, comentó el coordinador de la RSN, Lepolt Linkimer.
“Yo lo conocí en 1977 cuando entramos a la UCR. Siempre fue una persona sencilla, esforzada. Cuando hubo algún sismo importante o terremoto, siempre era el primero en decir “yo voy”, siempre iba al campo a poner las estaciones, a traer la información, porque no teníamos la tecnología que tenemos ahora. Siempre fue un buen trabajador, le dio mucho a la institución”, recordó la geóloga Magda Taylor, de la RSN.
En la Red Sismológica agradecemos la larga trayectoria de don Wilfredo y su enorme legado, y le deseamos muchos éxitos en esta etapa que comienza.