- Investigación sobre poblaciones antiguas podría proveer herramientas para reducir el impacto de la actividad volcánica en ciudades modernas.
La Universidad de Costa Rica, la Universidad Nacional Autónoma de México y la Salem State University se unen para realizar un estudio multidisciplinario que une la antropología, la arqueología y la geología, en el que se puede estudiar cómo las sociedades pre-hispánicas vivían en zonas críticas e interactuaban con volcanes activos y los recursos que estos proveen.
El objetivo de esta investigación es, como se menciona en el artículo académico resultante, estudiar las interacciones hombre-volcán del pasado para intentar prevenir y mitigar el impacto de la actividad volcánica en las ciudades modernas.
La investigación se llevó a cabo en dos volcanes costarricenses, el volcán Poás y el volcán Turrialba, y sus alrededores. Estos fueron escogidos ya que poblaciones se han asentado cerca de estos volcanes cuando fueron activos en el pasado y que han presentado actividad recientemente, así como por los restos arqueológicos que se pueden encontrar.
En la imagen: En abril del 2017 una erupción freatomagmática en el cráter principal del volcán Poás expulsó agua, sedimentos y material juvenil hacia el aire que luego se encausó generando lahares. En la figura A se observa un esquema de cómo pudo ser esa erupción y y el trayecto de los lahares. En las fotografías se observan los ríos impactados por los flujos de lodo.
El estudio se hizo dentro de la perspectiva del concepto de ¨Zona Crítica¨. Este es un término que se ha utilizado recientemente en otras investigaciones a nivel mundial para describir la capa de la Tierra donde la roca, la tierra, el aire, el agua y organismos vivos interactúan. En ambientes tropicales como Costa Rica, esta capa tiene características únicas gracias a diferentes factores ambientales. convirtiéndolas en zonas críticas ricas en componentes y biodiversidad. En sitios cercanos a volcanes activos donde hay una contínua renovación del suelo, esta zona es ideal para actividades como la agricultura, la minería, almacenamiento de agua, energía renovable y el aprovechamiento de los bosques.
Estas zonas son muy beneficiosas para el desarrollo humano, especialmente cuando el volcán es activo porque provee fertilizantes, pero también tiene riesgos más altos de ser afectados por la actividad volcánica y tectónica.
En el pasado, en el volcán Poás, los paisajes se han visto modificados por la actividad volcánica, en este caso por erupciones volcánicas. Es probable que se hayan visto afectados por otras amenazas como lluvia ácida y fuerte sismicidad, mas estas tribus eran resistentes a los efectos de los volcanes y fueron capaces de asentarse utilizando, principalmente, recursos de los bosques y adaptandolos para uso agrícola.
En el caso del volcán Turrialba la actividad volcánica era más baja y las poblaciones antiguas pueden haber vivido ahí por varios siglos. Se especula que se llevaban a cabo prácticas religiosas relacionadas a la alineación de las colinas y el volcán, similar a la astrología en otras partes del mundo.
En esta zona también se aprovecharon los recursos otorgados por el volcán, modificándolos y aprendiendo a manejarlos. Por ejemplo, aprendieron a modificar el flujo del agua para que fuera controlado y manejable.
En el futuro, estudios similares podrían llevarse a cabo en otras zonas críticas tanto de Costa Rica como de Centro América para identificar diferencias en las forma en la que han vivido distintas poblaciones afectadas por volcanes a lo largo de los siglos.
- Puede encontrar el artículo completo en el siguiente enlace: https://goo.gl/HCLhg6