Cualquier región costera está expuesta a la inundación por tsunami.
La forma de la costa (bahías), la inclinación del terreno en la zona entre mareas y la densidad de vegetación costera (como manglares) son factores que pueden influir ya sea en la contención u amplificación de los efectos que conlleva un tsunami. Tanto la costa Pacífica como la Caribeña son susceptibles a tsunamis.
En la costa pacífica de América Central hay 60 centros poblacionales expuestos a los efectos de tsunamis, de los cuales 19 se encuentran en Costa Rica; entre ellos Puntarenas, Caldera, Quepos y Golfito. El Golfo Dulce se encuentra dentro de las localidades que se verían más afectadas frente a un tsunami. En efecto, una parte de los pueblos de este fueron destruidos por el tsunami de 1854. Además de este, al menos 15 otros tsunamis han alcanzado las costas de Costa Rica en tiempos históricos; de estos, 11 se produjeron en la Costa Pacífica. En 1991, después del terremoto de Limón se produjo en la costa Caribe un tsunami que, aunque no generó destrucción importante, penetró hasta 200 metros tierra adentro.
Puntarenas es una zona de alta vulnerabilidad frente a la amenaza por tsunamis, Fotos Áreas CR.
Fuentes:
Nishenko, S., Camacho, M., Astorga A., Morales, L.D., Preuss, J. (1994). The 1991, Costa Rica Tsunami. Natural Hazards: 1-17.
Fernández, M., 2002: Daños, efectos y amenaza de tsunamis en América Central. Rev. Geol. Amer. Central, 26: 71-83.
Fernández, M., Alvarado, G., 2005: Tsunamis and tsunami preparedness in Costa Rica, Central America. ISET Journal of Earthquake Technology, Paper 466, Vol. 42, No. 4, pp 203-212.
Ortiz, M., Fernández, M., Rojas, W., 2001: Riesgo de inundación por tsunamis en Puntarenas, Costa Rica. GEOS, V. 21, N 2: 108-113.