Desde el 17 de noviembre del 2025 se registra una importante actividad sísmica al oeste de la península de Osa. Los eventos principales ocurrieron el 17 de noviembre a las 12:30 p.m. (Mw 5,4) y el 18 de noviembre a las 4:36 p.m. (Mw 5,8).
A pesar de su magnitud, ambos sismos fueron sentidos de forma leve a moderada en la Zona Sur, Pacífico Central y el Valle Central, sin generar daños, ya que ocurrieron mar adentro, a unos 60–80 km de la costa, lejos de poblaciones.

Hasta el mediodía del 19 de noviembre, la RSN-UCR ha localizado 56 réplicas con magnitudes entre Mw 3,0 y 4,9. Además, las estaciones cercanas registran decenas de microsismos adicionales, difíciles de localizar con exactitud por estar mar adentro y ser de muy baja magnitud.
El sismo principal de Mw 5,8 y su secuencia de réplicas se originaron en el proceso de subducción de la placa del Coco bajo la placa Caribe (Panamá). La zona activa se extiende desde la Fosa Mesoamericana por 25 km hacia el continente, con hipocentros superficiales entre 3 y 20 km. El mecanismo focal (la “bola de playa”) del sismo principal indica un movimiento inverso, característico del contacto interplacas en el Pacífico Central.
En el mapa que acompaña esta publicación también muestra que esta actividad se ubica 70 km al sur de la secuencia reciente de octubre del 2025, cuando un sismo de Mw 6,1 ocurrió cerca de Quepos y fue sentido fuerte por su cercanía a tierra. Este sismo también tuvo un mecanismo focal inverso. En esta región también han ocurrido otros sismos importantes, como Quepos 1999 (Mw 6,9) y Osa 2002 (Mw 6,4), lo que evidencia la frecuencia de sismos significativos en esta zona del país.
Aunque los sismos no se pueden predecir, Costa Rica es un país altamente sísmico, por lo que siempre es importante estar preparados. La RSN de la Universidad de Costa Rica se mantiene vigilante de la evolución de esta actividad.
