La gran mayoría de los sismos se producen relativamente cerca de los límites de las placas tectónicas—grandes fragmentos de litosfera, que es la capa rígida más externa del planeta—, pues son el producto de su movimiento e interacción (convergencia, divergencia y límites transformantes). Lejos de estos, prácticamente no tiembla. Este es el caso, por ejemplo, de Brasil: al estar tan lejos de los límites de placas (obsérvese el mapa), la sismicidad es muy baja. Se puede decir lo mismo de Corea, Australia o de la parte central de Canadá, entre otros.
Fuente de la imagen: Tarbuck, E. & Lutgens, F., 2001: Ciencias de la Tierra: una introducción a la geología física [6ª ed.].- 540 págs. Prentice Hall, Madrid España.