La mayoría de los sismos en Costa Rica ocurren como consecuencia del proceso de subducción de la placa Coco bajo la placa Caribe o bien a causa del rompimiento de fallas locales en la corteza de la placa Caribe y la microplaca Panamá. Algunos sismos asociados a la subducción pueden suceder a grandes profundidades (mayores a 50 km), en la parte más baja de la placa hundida; por otro lado, los sismos asociados a fallas locales siempre ocurren a nivel muy superficial.
En Costa Rica, los sismos de magnitud más importante han sido los provenientes de la subducción (por ejemplo, recientemente, el terremoto de Sámara o Nicoya del 2012, con una magnitud de 7,6 Mw). El valor máximo de magnitud alcanzada por los sismos de fallamiento local no ha superado, históricamente, los 6,5 Mw, y los grandes sismos por fallamiento local suelen rondar entre los 5,0 y 6,5 Mw (como es el caso del terremoto de Cinchona del 2009, con una magnitud de 6,2Mw).
En términos de destrucción, los sismos que han tenido un mayor impacto fueron ocasionados por fallas locales pues existen fallas geológicas en toda Costa Rica y algunas se encuentran muy cerca de grandes ciudades, como la falla Aguacaliente en Cartago, la falla Alajuela en Alajuela, entre otros. Los sismos originados por subducción, por su parte, suelen suceder en la costa Pacífica y generar menos influencia en las ciudades, aunque son capaces de ocasionar daños importantes en las costas.
Fuente: Denyer, P. & Kussmaul, S., 2000: Geología de Costa Rica [1ª ed.].- 513 págs. Editorial Tecnológica de Costa Rica, Cartago Costa Rica.
Fuente de la imagen: Tarbuck, E. & Lutgens, F., 2001: Ciencias de la Tierra: una introducción a la geología física [6ª ed.].- 540 págs. Prentice Hall, Madrid España.