La actividad de los volcanes durante el 2014 fue intensa, concentrado en los volcanes Turrialba, Poás y Rincón de la Vieja. Además, se dieron variaciones en la actividad sísmica en el volcán Irazú y cambios en la coloración en el maar de la Laguna Hule.
La actividad eruptiva más importante se dio en el volcán Turrialba entre octubre y diciembre, con eventos freáticos acompañado de explosiones de tipo estrombolianas, con pequeñas salidas de magma. Esto ocasionó el colapso de una de las laderas y con ello un cambio en la morfología del cráter activo.
El volcán Poás tuvo erupciones freáticas importantes, como las ocurridas en octubre, que ocasionaron la caída de material fino en la zona del mirador.
En el caso del volcán Rincón de la Vieja, el lago ácido estuvo muy activo durante todo el año, con explosiones freáticas en setiembre, que fueron reportadas por los vecinos y registradas en diferentes estaciones sísmicas.
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