Localización
Son un conjunto de fallas con diferentes orientaciones que recorren la Cordillera Volcánica de Guanacaste. La falla más noroccidental corresponde con la falla Alcántaro ubicada al norte de la ciudad de Liberia. Dentro de la Caldera de Guayabo, al norte de Bagaces sobresalen otras dos: la Falla Guayabo y la Falla Bagaces, así como algunos alineamientos. En el sector norte de Tierras Morenas, resaltan las fallas Bijagua y Tenorio.
Longitud
Denyer et al. (2003) propone una longitud de 13 km para la falla Alcántaro, 19 km para la falla Guayabo, 15 km para la falla Tenorio y 7 km para la falla Bijagua. Para esta última falla, Taylor et al. (2002) suponen que la falla podría extenderse 2 km más hacia el sur. En el caso de la falla Bagaces, existen diferentes propuestas: 21 km (Denyer et al., 2003), 15 km (Barquero & Alvarado, 2011), 10 km (Vieto y Asociados, 1994) y 40 km que proponen Montero & Alvarado, 1988, sin embargo esta última traza difiere significativamente de las demás ya citadas.
Tipo
Corresponden con fallas relativamente poco conocidas. La mayoría presentan componentes normales y aparecen como lineamientos prominentes en diferentes trabajos (p.e. Barquero, 1990 o Montero & Alvarado, 1988). La falla Alcántaro se presenta un rumbo noroeste y aparece como una falla de tipo normal en Denyer et al. (2003), donde el bloque suroccidental de la falla se encuentra levantado con respecto al bloque nororiental.
En el caso de la falla Guayabo, esta exhibe una orientación nor-noroeste con una componente normal que levanta el bloque oriental (Denyer et al., 2003). Barquero (1990) lo describe como un lineamiento de rumbo nor-noroeste con un plano de falla inclinado 45° al suroeste y con un fallamiento predominantemente normal con una ligera componente transcurrente.
Para la falla Bagaces se presume un rumbo de noreste con una inclinación del plano de falla de 56° al sureste y un fallamiento de tipo normal con una componente transcurrente dextral (Barquero, 1990). Denyer et al. (2003), así como Vieto y Asociados (1994), concuerdan con lo anterior, mientras que Barquero & Alvarado (2011) consideran que su fallamiento no es claro.
Las fallas Tenorio y Bijagua presentan una orientación aproximada de noreste. Taylor et al. (2002) sugiere una importante componente normal para la falla Bijagua donde el bloque occidental es levantado con respecto al oriental. Lo anterior es confirmado por un mecanismo focal asociado con uno de los eventos de enero-marzo del 2002 ocurridos en las cercanías de Bijagua; el plano nodal del mecanismo focal es noreste mostrando una componente dextral y otra normal. Cabe recalcar que Barquero (1990) ubica un lineamiento de similar longitud cercano al extremo sureste de la falla Caño Negro, el cual podría corresponder con la falla Bijagua. Para la falla Tenorio, Denyer et al. (2003) suponen una traza rectilínea y un fallamiento normal, donde el bloque occidental se encuentra levantado.
Expresión Geomorfologica
La falla Alcántaro se evidencia por un lineamiento que levanta su bloque suroeste y luego, en su extremo sureste, confluye con una estructura volcáno-tectónica denominada Alcántaro-Guachipelín. En el caso de la falla Guayabo, Barquero (1990) asegura que no existen evidencias que resalten su presencia, debido a la cobertura lahárica.
Barquero & Alvarado (2011) afirman que la traza de la falla Bagaces no es clara en fotografías aéreas. Agregan que en el campo las evidencias son aisladas, predominando algunas zonas de falla.
La falla Bijagua es evidenciada por un prominente escarpe que mira hacia el este, el cual es bastante lineal con una altura que va desde unos pocos metros hasta 60 m en su sector norte (Taylor et al., 2002).
Por último, Taylor et al. (2002), mencionan que la falla Tenorio consta de una serie de lineamientos de rumbos norte y noreste con una prominencia de débil a moderada, siguiendo valles lineales y formando escarpes localizados.
Historia
La falla Guayabo es una estructura presumiblemente activa (?) dado que se observó actividad sísmica en los alrededores de la misma durante tres campañas sísmicas estudiadas por Barquero (1990). Una observación similar es realizada por el mismo autor en el caso de la falla Bagaces, la cual, además, parece ser la responsable de los terremotos de Bagaces en 1935 y 1941 (Montero y Alvarado, 1988). Por su parte Barquero & Taylor (1996) mencionan la presencia de microsismos de origen tectónico relacionados con las fallas enmarcadas dentro de la Caldera de Guayabo. Cabe mencionar que, según Taylor (2002), la sismicidad dentro de la Caldera de Guayabo es catalogada como baja, aleatoria y de profundidad somera (5 km), relacionada principalmente con las fallas existentes y con sismicidad inducida por la exploración del campo geotérmico Miravalles.
Según Taylor et al. (2002), tanto la falla Bijagua como la falla Tenorio presentaron actividad durante la época del evento del 27 de enero del 2002 (Mw = 5,2) en la zona de Bijagua; esta actividad se caracterizó por presentar eventos precursores, un evento principal y posteriores réplicas. Dicha secuencia mostró una marcada tendencia de rumbo noroeste-sureste, que también se relacionó con la actividad del sistema de falla El Macho – Caño Negro, mientras que otros sismos fueron asociados con fallas norte-sur como Tenorio y Bijagua.
Potencial
Para la falla Bagaces, Mora (1990) suponen magnitudes máximas de M = 6,5, mientras que Baquero & Alvarado (2011) indican que su potencial oscila entre Ms = 5,5 - 6,0 y Vieto y Asociados (1994) mencionan magnitudes máximas de hasta Ms = 6,2 - 6,7. Barquero (1990) especifica que, por fallamiento local, el potencial sísmico de la zona ronda la magnitud M = 6,5. Por otro lado, utilizando las relaciones empíricas de Wells & Coppersmith (1994) y tomando como referencia las longitudes presentadas por Denyer et al. (2009), los potenciales sísmicos para estas fallas serían, Mw = 6,3 para la falla Acántaro, Mw = 6,5 para la falla Guayabo, Mw = 6,6 para la falla Bagaces, Mw = 6,0 para la falla Bijagua y Mw = 6,4 para la falla Tenorio.
Referencias
BARQUERO, R. & ALVARADO, G.E., 2011: Fallas Activas en Costa Rica.- 39 págs. RSN, San José [Inf. interno].
BARQUERO, R. & TAYLOR, W., 1996: Auscultación sismológica del Campo Geotérmico Miravalles durante 1996.- Boletín OSIVAM, 15-16: 1-10.
BARQUERO, R., 1990: Sismicidad y tectónica de la región noroeste de Costa Rica con enfasis en la zona del Proyecto Geotérmico Miravalles. - 117 págs. Univ. Costa Rica, San José [Tesis de Lic.].
DENYER, P., MONTERO, W & ALVARADO, G.E., 2003: Atlas tectónico de Costa Rica [2a Ed.].- 55 págs. Ed. UCR, San José.
MONTERO, W. & ALVARADO, G.E., 1988: Los terremotos de Bagaces de 1935 y 1941: neotectonismo transversal a la Cordillera Volcánica de Guanacaste, Costa Rica.- Rev. Ciencia y Tecnología, 12: 68-88.
MORA, S., 1990: Sismicidad, recurrencia de sismos mayores (Ms = 7,0) y amenaza sísmica en Punta Cacique, Bahía Culebra, provincia de Guanacaste, Costa Rica.- 19 págs. INDECA Ltda., San José.
TAYLOR, W., 2002: La actividad sismotectónica durante el 2001 en los alrededores de los proyectos de generación eléctrica Miravalles, ARCOSA y Tejona.- Boletín OSIVAM, 25: 1-9.
TAYLOR, W., BARQUERO, R., ROJAS, W., MONTERO, W. & LINKIMER, L., 2002: La actividad sísmica de Bijagua de Upala (enero-marzo del 2002), Costa Rica.- Boletín OSIVAM, 25: 48-66.
VIETO Y ASOCIADOS., 1994: Estudio Neotectónico del Sector de Playa Nacascolo, Bahía Culebra, Costa Rica. - 74 págs. Vieto & Asociados S.A. Ingenieros consultores, San José.
WELLS, D. & COPPERSMITH K., (1994): New Empirical Relationships among Magnitude, Rupture Length, Rupture Width, Rupture Area, and Surface Displacement.- Bulletin of the Seismological Society of America, 84, 4: 974-1002.