Después del 21 de mayo del 2013, día de la última erupción freática, el volcán Turrialba entró en una fase de relativa calma desde el punto de vista sísmico, a pesar de que su actividad exhalativa (liberación de gases volcánicos a la atmósfera) continuó de forma vigorosa acompañada de altas temperaturas en sus fumarolas.

A partir del 13 de julio, alrededor de las 2:00 pm, ocurrió un aumento significativo en la actividad sísmica del volcán Turrialba. Mientras, en días previos se registraban alrededor de 20 de sismos volcánicos por día, luego del sábado 13 se registran, en promedio, 30 eventos volcánicos por hora. Esta tasa de sismicidad se mantiene hasta lo que va del día de hoy 18 de julio.

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